miércoles, 19 de octubre de 2011

M60484(borroso)6

Vacio indecente sin colorear
llanuras quemadas por pastos de cansancio
millones de aureolas de colores fascinantes
recibe el golpe de los ojos olvidados
el tapiz de lo oscuro
baúl de lagrimas saladas

Asentando los principios sobre fuentes de ilusión
secas están todas por la falta de sentido
ojos cansados de ver desiertos húmedos de olvido
rostro cerrados en círculos verdes sin fin
ojos oscuros vendidos al desamparo
vencidas miradas calladas sin tregua
batalla indecisa hacia el corazón
trazos incorrectos sobre el papel mojado
duelos de capas de hielo y espadas de fuego
movimientos de manos
juegos de mirada
regates de agujas en relojes de arena
fondos oscuros en vidas de luz
manos dibujadas sobre sus cabellos
labios prendidos a sus ojos negros
gafas ahumadas disimulan las lagrimas
ya no se que más escribir
porque mi poesía ya nada quiere
encontré lo que buscaba,
lo perdí por culpa del cielo
descubrí nuevas agujas
clavadas en mi pared
marché trotando de allí
asustado y confundido.
Hacia el mar fui volando
mojé mis alas tristes
escapando de los cielos
y de pétalos marrones
retumbaba el agua en mi alrededor
me ensució el barro húmedo tras de mí
oigo gritos que me llaman
chillidos entre calladas columnas
y yo asustado me escondo
debajo de mi propio ser.
si me encuentran yo me escondo
si me buscan zarparé
lejos de este infame mundo
hacia mis sueños volé
limpio mis alas cansadas
por el tiempo y el pesar
pues el olvido nos mancha
y acaba con el querer
con la cabeza gacha,
y respirando tranquilo.
Me alejo de este lugar sin saber cuando volver.

Marcharon las almas justas...

Muchas veces pienso si puedo vivir sin pensar
sin darme cuenta de que nunca lo hice de veras,
el vivir, no el pensar.
Pues no existe la creación a través del que razona
sino aquel que crea a partir del canto de los cielos estrellados.

Dícese que existe un sentimiento atroz y verdadero
que hace hombres a los perdidos.

El sopor indecente de palabras forjadas con plomo,
una voz irreverente que cambia de color como el agua y la luz
que nos hace invisibles y nos hace olvidar
ya no hay dolor
ya no hay sentir
ya no hay querer
ya no hay amar
ya no existe sentimiento porque un día se esfumó
pero olvidarlo todo como el humo en la tormenta?
dejar que la marea indecente nos haga dejar de sentir,
lo que un día se encontró?
Pues no sería justo encontrar, perder y olvidar,
pues aunque uno sea juez de su destino no puede ser verdugo en el andar.
Muchos ya se fueron, parte de mi también
fríos tiempos se acercan.
Colores grises entre costuras
abriendo los portones del camino
ahogo que agobia y agobio que ahoga
cuero oscuro que impregna el recuerdo,
tinta que vomita una pluma de cuervo tenebroso
graznido que aúlla por una garganta rota,
silencios que rompen momentos de caos
ganchos que cuelgan sin estar colgados
y ciertos sentidos con los ojos ciegos
golpes sordos a la húmeda madera
se encuentra la luz entre la oscuridad
roedores luchando entre las sombras
chillidos de luz que estallan al fondo
y este vil sentimiento que ahora me consume
ha hecho de mi la sombra de un gigante
pues ahora soy igual de grande
y nadie puede dañarme.
Ahora encuentro mi cabeza
siento pensar lo que pienso
pienso sentir lo que siento,
olvidar quien fui algún día
y volverme a imaginar
locura indecente que existe y se escapada entre mis dedos
sentido ausente del tiempo que se va
y ya no vuelve
pues todo lo que añoramos hace mella en nuestro ser
vacio sentido en el corazón
y un amanecer polaco
grabado a fuego en un camino
cargado de sinrazón.