sábado, 18 de junio de 2011

El hombre no puede gobernar al hombre.

No naufragaré en este mar repleto de olvido
no me dejaré caer aunque solo ande este camino
seguiré al pie del desatino, lucharé contra el cruento destino
nadie podrá salvarme de mi fin
podre caminar por un agua sin sal
podré saltar desde el más alto risco
podré escalar la más alta montaña
soportaré los devenires
soportaré el cambio
sufriré el frio gélido del desierto
ahogaré mi grito en el ardiente calor del hielo
correré sin sentido
daré aplausos sin alas
volaré para ser eterno y soñaré
soñaré para creer que todo tiene su sentido
pintaré mi camino de los colores que yo quiero
los caminantes me mirarán
y todos susurrando a mi lado dirán preocupados:

"mírale, pinta su propio camino sin importarle que la lluvia pueda borrarlo
no piensa en que el tiempo acabará lo que el olvido empezó
como el cuero desgastado perderá su color
como las amapolas color tierra que crecen entre los pastos de lo irreal"

he intentado cabalgar por cielos estrellados por el día
he intentado correr encima de tablas de madera y ruedas a mi alrededor
he encontrado alivio en las agujas del reloj de arena
pero el tiempo siempre busca su propio camino
zurciré mis ropajes con los hilos rojos que me sobraron de otras historias
ya no he de irme a dormir porque mis sueños ya se cumplieron.
recuerdo el hogar de mis recuerdos
y cuando las mareas del olvido hayan barrido por completo la orilla
y las arenas del tiempo se sientan mecidas por unas manos frágiles
ya no habrá cabida entre las desnudas ramas de la tristeza
ni para amantes despenados
ni para amores encontrados.

Pues todo aquello que un día soñamos, ahora se desvanece
porque, puede que este no fuese el sueño adecuado para ser vivido
y es triste saberlo, es penoso aceptarlo
y saber que de haber vivido en su memoria nos habría consumido
intentando gastar una vida en un sentido que no recoge su valor
pues aquello que con sus brazos no puede abarcar tu enormidad
no merece sentirte a su lado.
Vivamos entonces buscando el perfecto abrazo del destino
y que la infinita carga del desánimo abra los ojos
y vuele contigo hacia la danza de todo lo bello.

Ya me consumo, como se consume una lumbre
bajo el soplido de una hermosa dama entre sabanas blancas
pues este es el sentimiento honesto y veraz
y gracias a él perderemos el infinito miedo a la muerte
y resultaremos inmortales.

Que el viento siempre sople tu espalda
el sol ilumine tu rostro
y que los vientos del destino te lleven a bailar con las estrellas




"El amor es sabiduría en los locos, y locura en los sabios"
-Samuel Johnson-

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