viernes, 4 de junio de 2010

Querida Bienvenida

no me gustaría tener que explicaros quien soy o quien dejo de ser.

Solo deciros que este es el principio de mi vida un poco literariamente más profesionalizada.



He esperado mucho, tanto que los largos dias han ensombrecido mis canas, eternos años cubren mi vida, el salitre cubre mis resecos labios y mi corazón se marchita poco a poco, agonizante por tu falta.

En fin, pensándolo bien, ¿ha valido la pena?

dios santo, como ha cambiado irremediablemente mi vida, siempre es el ultimo día de verano y me he quedado fuera en el frío sin una puerta para volver a entrar. He tenido más momentos intensos de los que por derecho me corresponderían. Para muchos la vida les pasa de largo mientras hacen grandes planes para ella, a lo largo de mi vida he dejado pedazos de mi corazón aquí y allí, y ahora apenas me queda el suficiente para seguir viviendo.
Pero fuerzo una sonrisa sabiendo que mi ambición sobrepasaba mucho mi talento.
ya no hay caballos blancos, ni mujeres guapas en mi puerta.

Seguiré esperando solo a que ese rayo de luz que siempre he esperado pueda alumbrar mi oscuro camino.
Solo.
Como siempre, mi vida ha estado continuamente ligada a decisión que otros tomaban por mí, o por lo menos, eso intentaban hacerme creer.
Espero que vuelva, la necesito a mi lado. Aun así, seguiré esperando cada martes bajo el roble torcido de los campos de trigo, bajo su gigante figura. Seguiré pisando sus hojas secas, que caídas del cielo cubren el horizonte y con ello mi futuro, mi futuro... es como una hoja de roble en otoño, al crecer es robusto y grande, pero acaba convirtiéndose en aquello que más odiaba. Acaban siendo pequeños jirones de ilusión, acaban cubriendo tu vida de hojas muertas, sin vida, que al pisarlas se quejan en silencio, se oye el quebrar de sus sueños y el final de la vida. Y como una ínfima e infinita estrella en el firmamento desaparece para siempre dejando que el viento arrastre sin querer lo poco que quedaba de mi marchito corazón, golpeado, sucio, roto, quebrado.
Ya no espera nadie bajo el roble, su sombra se torna más alargada y sus arrugas se confunden con la tierra. Ningún corazón te ansía, ningún brazo te rodea, ya no quedan luces rojas, ni niños jugando al balón, las calles están desiertas, vacías, como tu corazón.
Se acabó el calendario, se acabaron las sonrías, todo es oscuridad, nada tiene ya sentido, la puerta se ha cerrado y yo sigo esperando que la abras.
Mi mano acaricia el trigo, mis ojos se entornan , mi frente mira hacia el sol brillante y mi pecho se infla hacia el infinito, repleto de esperanza.

siempre habrá caballos blancos, y una mujer esperando en mi puerta.

Pero me equivoqué de camino, escogí la soledad, escogí el desamparo y la mina de mi lápiz, escogí la hoja en blanco y las notas de mi cabeza, elegí todo eso por no enfrentarme a la realidad, por no llegar a mi puerta y tener que comportarme como aquel que todos conocen.

Por eso escogí esta vida, por eso espero tras la puerta, porque esta vida solo la conozco yo, porque solo la sufro yo, porque muero por dentro poco a poco mientras siento como se desvanece mi corazón, se convierte en polvo en el aire...el viento ya se lo llevó.

Ya no hay camino que andar porque ya no hay caminante.

pero siempre habrá caballos blancos, y una mujer esperando en mi puerta.

siempre.

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